Conhecimento das crianças sobre perder.

Motivar a que se esfuerce.

Lo importante es que se esfuercen en superarse y mejorar en cada entrenamiento o partido. El espíritu de sacrificio y la aspiración a ser siempre mejor harán que la derrota no se les plantee como un muro infranqueable, sino como una barrera a superar.

Enseñar con el ejemplo.

Que tus hijos te vean luchar por cumplir tus metas. Si tú practicas deporte y el niño ve que no ganas o no llegas el primero, entenderá que lo importante no es ganar, sino el esfuerzo al realizarlo y la participación.

Para hacer algo bien, se necesita tiempo.

Hay que valorar el tiempo invertido para lograr una meta y objetivo, aunque en el proceso haya habido errores o derrotas. Nadie nace sabiendo, por lo que todo deporte o actividad requiere de un tiempo de entrenamiento, mejora y preparación.

Es mejor decirles que “no han ganado” que “han perdido”.

Hay distintas maneras de decir lo mismo y la forma en que les decimos las cosas a los niños puede influir en su estado de ánimo y en su motivación interior por seguir entrenando y preparándose.

Ver las derrotas como oportunidades.

Una derrota nos puede dar información importante para el futuro. Nos puede informar si hay que cambiar de camino o estrategia para llegar a un objetivo. No tienen que ver la derrota como el final, sino como un pequeño desvío en el camino hacia el éxito.

Premiar la perseverancia y el esfuerzo.

Dar un reconocimiento a los niños aun cuando han perdido les hará sentirse valorados y recompensados por el esfuerzo constante. Es muy importante que tanto los padres como el entrenador valoren el esfuerzo y la superación del niño tras la derrota, una buena manera puede ser mediante la entrega de unas medallas deportivas de participación.En definitiva, los padres deben intentar motivar a los niños para que luchen por lo que quieren, dejar que se equivoquen y ayudarles a enfrentar las consecuencias de los errores.